viernes, 17 de abril de 2009

Hora de hacerse viejo


Se puede, entre otras cosas, mirar hacia atrás, ver nuestra vida en trozos del tipo que llamamos recuerdos e irlos colocando como si de un rompecabezas se tratara, oler y saborear las cenas navideñas de hace años, como el pavo enchilado de mi madre en Cárdenas o el guisado de pescado seco en salsa de jitomate que comí la última semana santa que pasé en casa de mis padres. Los años mozos, las noches en las que jugábamos a las escondidillas en el panteón municipal, el duende que vi y del que me convencí no haber visto (¿o era al revés?), los amigos quienes seguramente no son como los recuerdo, etc.

Digo esto porque Ethianne el mayor de mis hijos tiene hoy, además de las múltiples recomendaciones que le he dado sobre los peligros del intercambio de fluidos corporales, su primer cita “formal”. La susodicha según he visto en su msn, es una niña de su edad con severas inclinaciones "Emo" por lo menos en cuanto a vestimenta se refiere además de que la foto tomada desde un ángulo superior y de perfil de tres cuartos la delata ¿Pero quién de los jóvenes de hoy día no está, hasta cierto punto, influenciado por esa “mediática moda”? La madre de Ethianne llora, para sus adentros, amarga y desconsoladamente. El padre feliz porque el crío le ha resultado un tigre.

El otrora pequeño y regordete Ethianne se está haciendo un joven apuesto, e inteligente, una buena elección para cualquier pre-adolescente incendiaria, ahora vendrán, como desde hace algunos meses, las charlas profundas sobre el sexo seguro y las recomendaciones interminables. Ahora vienen, como desde hace unos minutos, los recuerdos sobre su infancia, las alegrías, las puntadas, las expresiones locuaces, los gestos cómicos, la respuestas apabullantes, las interminables batallas con él y su carácter audaz y dominante.

En el futuro inmediato vendrán nuevas batallas, nuevas experiencias, nuevas metas por ser alcanzadas, nuevos obstáculos, nuevas respuestas apabullantes, citas rotas, noviazgos seudo-infinitos que al acabarse dejarán un corazón joven maltrecho, que olvidará rápidamente, si Dios lo quiere Ethianne crecerá más y si nos lo permite nosotros con él ¿Nostalgia? Por supuesto! amo ese sabor que se parece tanto al de la tristeza.

Creo que va siendo hora de hacerme viejo. Desde ya, un abrazo.

lunes, 6 de abril de 2009

Serpientes bien elásticas


Un amigo de apellido Autrán, me comentó allá por el año de 1999 sobre la existencia de un método infalible para embrutecerse de manera expedita, éste (el método) consistía en un elaborado mecanismo propio de la ingeniería más avanzada de aquellos tiempos y al alcance del espíritu científico universitario.

El mecanismo en cuestión requiere de hacerse de tantas cervezas medias, bajo cualquier consigna y robar es una de ellas, como el bebedor estime suficientes para sonrojar mejillas, calentar orejas y apendejar la lengua, además de un número finito de popotes y un encendedor.
Aquellos que crean que el mecanismo se restringue al hecho de succionar la cerveza a través del popote como si de una malteada se tratara pronto se darán cuenta del error en el que se encuentran, sigamos pues, una vez obtenidos los materiales necesarios (cerveza medias, popotes, encendedor y un voluntario con el valor suficiente para hacerlo) se procede de la siguiente manera:

Deberán medir el popote y la botella, tomando la anotación correspondiente, el popote deberá ser, en cualquier caso, más largo que la botella por al menos un par de centímetros, la parte del popote que excede en altura a la botella deberá ser sometido a un calentamiento sistemático con el encendedor, guardando las distancias para que no se queme (cerciórese que el encendendor, válgase la redundancia, esté encendido), de tal forma que el calor haga que el popote tome una forma curva como de bastón, debo decir que hoy día existen abundantes popotes con uno de su extremos flexible, hay quien dice que fueron elaborados ex profeso para estos menesteres. Una vez forjado el popote, se introducirá en la botella de cerveza.

Como es evidente, el popote quedará dentro de la botella y enganchado a la boca de la misma, una vez hecho esto deberá sujetarse la botella con los labios procurando que el lado curvo del popote no quede dentro de nuestra boca y evitando presionarlo demasiado, el paso siguiente es empinar el codo, como ya se lo imaginan, el popote dentro de la botella y fuera de nuestra boca tiene la finalidad de facilitar la entrada de aire, haciendo que el líquido dentro de la misma se precipite en boca, tubo digestivo y estómago del voluntario de una manera extremadamente rápida, y sin escalas, creánme, no tendrá la necesiddad de realizar el tradicional "glup, glup" para tragar, claro que al hacer eso corren el riesgo de sentir dolor estomacal propiciado sin duda por la estrepitosa caída de agua de cebada en su, hasta ese momento, estómago vacío.

Así, la botella se vaciará en, cuando mucho, un par de segundos. Aquellos más audaces podrán realizar el experimento con caguamas (como lo hiciera en su momento el que escribe). Debo admitir, no sin cierto orgullo y algo de pena, que el método denominado "turbo chela", como decía en un principio, es infalible para agarrar una soberana peda.

Desde ya un abrazo.

Con grandes aspiraciones.

Sólo quiero ser un viejo decrépito, rabo verde y borracho, como Buk.