lunes, 26 de octubre de 2009
jueves, 22 de octubre de 2009
Anoche soñé...
Hay cosas que sin buscarlas las encontramos al dar la vuelta a un página (web), como a Ernesto Cardenal y su Anoche soñé con un coito... que diera yo porque esas palabras, acomodadas como están, hubiesen salido de mi boca, que dice que te ama, y que hubieran sido escritas por estas manos, que reclaman tu cuerpo, para dedicártelas enteramente.
Anoche soñé con un coito...
Ernesto Cardenal
Anoche soñé con un coito, un sueño realista, hiperrealista.
Me martirizás con la carne
para que te quiera más
mas no carnalmente.
Me martirizás con la carne
para que te quiera más
mas no carnalmente.
Desde ya, un abrazo.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Un tango en la penumbra.
Pocas cosas son tas apasionadas y tristes como un tango, pocas cosas anidamos en el alma que al traerlas de vuelta nos lasceran nuevamente, sólo aquellas que nos lastimaron profundamente, aquellas que quedan asidas a nuestro corazón, como un tatuaje grabado con espinas de maguey que un tatuador malévolo olvidó retirar de nuestra piel.
Esas cosas, como las hojas caídas en otoño o la avalancha de recuerdos que nos trae la primera mañana de invierno, dan la vuelta a nuestra vida y al saberse insuperadas, sonríen al corroborar el status quo de las cosas. Esos fantasmas, esa ideas que se vislumbran en una noche tranquila y que nos arrebatan un sonrisa noctámbula, estarán allí siempre, agazapadas en la penumbra, helando nuestra sangre con su sola presencia, pero son las ilusiones rotas, ese instante de felicidad que ha venido a ser truncado por la fuerza de las circunstancias y que se clavan como un fragmentro de vidrio en la yema de los dedos, una de las pocas cosas que son tan tristes como un tango interpretado en la penumbra.
Desde ya, un abrazo.
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Con grandes aspiraciones.
Sólo quiero ser un viejo decrépito, rabo verde y borracho, como Buk.