Somos la arena en la orilla del mar, un faro insertado en la cosmogonía náutica como el ojo de un cíclope en la penumbra o el vestigio de tierras vistas desde el mástil. La salinidad de sedimentos humanos en las placas terrestres y nuestros minerales y recuerdos arrastrados por un río.
Somos arena en la orilla del mar, ella es el epitafio que subraya el inicio de nuestras tumbas. A veces somos el mar.
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