Leo los mensajes escritos en las paredes de un baño público, desde el clásico "puto el que lo lea, el que no lo lea y el que se haga pendejo" hasta el "tú mamá está presa" acompañado de un sin fin de dibujos realizados a mano alzada con singular predilección por las posiciones sexualmente explícitas, no falta quien describe sus haberes y sus eróticas habilidades con damiselas de inverosímiles proporciones, firmando al calce con un "atte. yo" como para dar credibilidad a su dicho con esa presunción propia de un Don Juan urbano, así en la descripción de sus conquistas desfilan nombres y cargos... de los cuales se puede intuir que el escribano ha dormido con al menos una de cada dos chicas que habitan o trabajan en la zona hasta al menos dos kilometros a la redonda...
No falta tampoco quien enuncia sus preferencias sexuales aprisionadas en un clóset prometiendo felacios fuentes de inimaginable placer a quien se digne en enviarle un mensaje a su teléfono celular o aquél que recomienda a sus amigas describiéndolas con vulgar familiaridad como "la de los jugos" ó "la cajera del.. ", o "Miriam la de las..." tienen unas... o da unas... etc.
En mi vida me he visto infinidad de veces este tipo de oraciones como infinidad de veces me he visto en la necesidad de visitar los sanitarios públicos y cada vez que me he detenido para leerlos me ha dado la escalofriante impresión de que los ha escrito la misma persona, las palabras, la caligrafía y hasta el trazado en los dibujos corresponden al mismo sujeto o por lo menos así lo parece.
Desde ya saludos.
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