Yo no voy a matarme por nadie,
te la dejo, por Dios te la dejo,
pero choca tu copa conmigo
y me das o te doy un consejo.
Hay cosas que duelen nada más de oírlas, las letras del Rey son de esas, basta escucharlas para fundirse en un lamento o procurarse una inolvidable borrachera.
Recomiendo, sin ser un experto en ello, la versión interpretada por Carlos Ann del albúm Brindando a José Alfredo Jimeńez.
Desde ya, un abrazo.
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