martes, 10 de marzo de 2020

El amor es un hijo de puta

-Tuvimos tres buenos años
-Si fueron cinco
-Pero sólo tres fueron buenos
(Tergiversado)
Hasta el último round.


En el atardecer de las relaciones, en esa hora que precede a la nocturna tranquilidad del adiós, sentimos la necesidad de perdonarnos y de hacer un último esfuerzo por recuperar nuestra fallida relación, inmediatamente después de tomar esa decisión, el cobrizo sabor del arrepentimiento nos llena la boca, sabemos que hemos cometido un error y que las cosas deben caer por su propio peso.

Y sí, tuvimos "3 buenos años"...

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Con grandes aspiraciones.

Sólo quiero ser un viejo decrépito, rabo verde y borracho, como Buk.