viernes, 28 de mayo de 2010

Cosas que me maravillan...

Creo que la capacidad de asombro, como el hambre, es algo que un ser humano no debería de perder nunca, expresiones como "no mames que putazo!" y "pa'ju mecha, en esa cola si me formo" no deberían desaparecer nunca de nuestro hablar diario, maravillarse por un cielo azul o por una llovizna repentina de esas "moja pendejos" que nos arranca una expresión soez, es necesario tanto como la misma respiración.

Yo por eso no dejo de asombrarme de cada evento, de cada expresión, atizbo, manía, de mi hija, la sorprendente suspicacia de los menores, su franca opinión que como verdad absoluta suelta a raja tabla y que no conciente refutación alguna. Y para muestra un botón.


Nótese el tono de la advertencia. Desde ya,  un abrazo.

jueves, 27 de mayo de 2010

martes, 25 de mayo de 2010

Algo tengo que hacer...

(...) es algo que me vengo diciendo desde el año pasado y hoy decidí retomar mi vida deportiva, por lo que tan pronto llegué del trabajo me calcé los tenis, le coloqué la correa a mi perra y salimos con un espíritu deportivo y una motivación que el mismo Miguel Ángel Cornejo envidiaría, media hora después un agudo dolor en un costado me sumergía en el limbo de las maldiciones y las respiraciones acompasadas...

Pero que cruel es la vida y pesados los años y los kilos ni se diga y que maneras tiene la vida de pasarnos factura. Sin embargo, empecinado como soy, un cabeza dura, mañana saldré más o menos a la misma hora, correré más o menos la misma distancia, en más o menos el mismo tiempo aunque me duela un costado con más o menos la misma intensidad. He dicho. 

Desde ya, un abrazo.

lunes, 24 de mayo de 2010

Un día productivo.

De regreso del kinder de mi hija, mi esposa y yo vimos pegado en un poste un anuncio cómicamente modificado, aquí la foto:


Agradezco a quienes se tomaron la molestia de hacerlo. Desde ya un abrazo.

lunes, 17 de mayo de 2010

Hastío

El hastío es un cuervo aleteando en mi memoria
un beso breve en un hombro
apenas el alucinaje de mis labios en tu piel
que no es piel
otrora tal vez
pero hoy no.
Es el bosquejo de un lapiz
blandiéndose contra el viento.
Es una mirada perdida en tu pubis
que no es visto
acaso recordado
como el esbozo
de un tiempo en el que todo ha pasado.

domingo, 16 de mayo de 2010

Algo acerca de mí.



El maestro Zavala, a quién siempre le supuse una ascendencia cubana por su tipo alto y moreno, su pelo ensortijado y sus facciones negroides; nos enviaba a casa de su esposa antes del recreo, ella preparaba para la cooperativa escolar los salbutes y las empanadas. Yo un refugiado en esas tierras siempre estaba dispuesto a escaparme de las aulas y engullir un par de salbutes que como recompensa la esposa del profesor nos regalaba. Caminábamos con el sol en nuestros hombros, los terrenos baldíos emanaban un vaho caliente y un viento con olor a perro muerto nos golpeaba en la cara, eran poco menos de las diez de la mañana y aquello ya era el infierno. Apresurábamos el paso pateando latas de refresco o arrojando botellas contra los árboles hasta a un pastizal que vomitaba el vapor que el sol en nuestras cabezas le arrancaba, en medio había un mangal enorme, era mayo y en nuestros pasos cuarenta y dos grados y una humedad de no mames. Un cacaotal a un costado del pastizal era nuestro oasis. Evadíamos los alambres de púas y, cuidándonos de duendes y vigilantes, robábamos con total impunidad el cacao que degustábamos con frenesí. A veces nos topábamos con una serpiente pequeña o con un marigüano a quién le dábamos la vuelta. Otras veces atravesábamos el pastizal esquivando vacas y toros que apenas notaban nuestra presencia, subíamos al mangal y cortábamos mangos sazones que comíamos sentados a la sombra del árbol.

El regreso a la escuela era breve y solo nos preocupaba que la cacerola tapada con papel aluminio llegara en las condiciones adecuadas.

Desde ya, un abrazo.

Naturalmente



Todos la contemplaban atónicos. Un río bizcoso emanaba de su boca, interminables gesticulaciones anunciaban el vómito que se gestaba en su estómago, algo en su garganta dificultaba su respiración, minutos después un aparente bolo alimenticio era arrojado. Todos la contemplaban incrédulos, menos yo, a quién propinó unos largos felacios nueve meses antes y por ello me resultaba natural ver salir de su boca un infante sonrosado.


Desde ya, un abrazo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Lo que hay que ver...


¿Qué será aquello que nos lleva, arriesgando el físico, a lograr proezas inalcanzables? como los hombres escalando el Everest y las mujeres cruzando el Atlántico a nado, como el pegar de saltos en la superficie lunar o coger una soberana peda en San Lunes, como un rapidín en las vías públicas ¿Qué es aquello que nos alienta a seguir adelante y nos hace suponer que todo es posible? dando por hecho que lo es...

¿Que será aquello que le infunde arrojo y valentía, maña y sapiencia a un Daschthund de nombre Hotcho a tirarse a una mestiza Pitbull llamada Frida que fácilmente le dobla la talla? ¿Que será aquello que hace que no le importe el que pendan sus patas traseras como motas de polvo en el aire al conseguir un coito furtivo? Yo no lo sé.

Aquí la exótica mezcla.


Desde ya un abrazo.

Con grandes aspiraciones.

Sólo quiero ser un viejo decrépito, rabo verde y borracho, como Buk.